Si
bien es cierto que hoy en día ya no sorprende a nadie la
presencia de un ordenador personal en la mayoría de las consultas
médicas, ya sean de atención primaria o especializada,
también lo es que el mundo de la investigación clínica
manifiesta una cierta contraposición en la utilización
de estos sistemas: por un lado, el investigador sigue obligado a
mantener sus documentos en archivos tradicionales; mientras que
por otro está inmerso en un entorno en el que la rapidez
de resultados es una pieza clave en el proceso de toma de decisiones.
Aparte de la
ya consolidada mensajería electrónica, el Cuaderno
de Recogida Electrónica de Datos (CRDe) se ha convertido
en uno de los grandes aportes de la informática al mundo
de la investigación clínica de los últimos
años. Al margen de toda discusión alrededor de la
validez de la firma electrónica que, por otro lado, en otros
sectores ya es indiscutible, existe todavía cierta reticencia
en algunos sectores a involucrarse en proyectos de recogida electrónica
de datos, bien por malas experiencias (justificadas unas veces por
el uso de productos parciales no consolidados, y otras por una patente
incapacidad de la red telefónica para responder a las necesidades
del sistema), o bien por falta de datos objetivos acerca de las
ventajas, inconvenientes y costes de este tipo de nuevas tecnologías
cuando son aplicadas a la Investigación Clínica.
Figura
1. Ritmo de reclutamiento del estudio realizado con e-track®
Tabla1.
Características de los estudios comparados
|
CRD
en papel
|
CRD
electrónico
|
Meses
de reclutamiento |
3 |
6 |
Nº
de pacientes |
2.997 |
5.938 |
Nº
de investigadores |
300 |
299 |
Nº
de variables por CRD |
186 |
158 |
Nº
de queries totales |
5.007 |
1.854 |
Nº
de quieres por investigador |
17 |
6,2 |
Nº
de quieres por paciente |
1,8 |
0,3 |
Tiempo
medio de lectura de quieres |
NA |
15 |
Tiempo
medio de respuesta de quieres |
NA |
0 |
Tiempo
medio de resolución de quieres |
28 |
18 |
Tabla2.
Análisis de costes de los estudios comparados
|
CRD
en papel
|
CRD
electrónico
|
Monitorización |
4.400 |
44.400 |
3.365 |
67.300 |
Gestión
de Datos |
1.217 |
12.167 |
1.638 |
32.760 |
Estadística |
1.534 |
15.342 |
485 |
9.700 |
Terceras
partes |
25.230 |
252.296 |
11.033 |
220.662 |
Total |
32.421 |
324.205 |
16.521 |
330.422 |
La elección
del sistema de trabajo debería apoyarse en información
objetiva acerca de los plazos de ejecución y de los costes
asociados a ambos sistemas. Si bien existen experiencias con CRD
electrónico y con sistemas tradicionales, la situación
óptima para decidir entre uno u otro sistema (resultados
del mismo proyecto realizado con ambos sistemas) no es habitualmente
factible. De este modo, debemos de algún modo intentar aproximarnos
a esta decisión por medio de la comparación de proyectos
similares equiparando las condiciones y características del
experimento con el fin de que los resultados obtenidos puedan ser
comparables.
El presente
informe resume, de forma comparada, tanto los plazos de ejecución,
como los costes asociados a dos proyectos de investigación
que fueron desarrollados uno con sistema tradicional basado en papel
y otro con el sistema de CRD electrónico (e-track®),
ambos con monitorización a distancia. Evidentemente, no todas
las características de los mismos fueron iguales, de modo
que se ha procedido a la estandarización de ciertos parámetros
que permitieron estimar costes variables independientemente de los
costes fijos del desarrollo de los proyectos de investigación.
Algunas características de ambos proyectos se presentan en
la tabla 1, previa estandarización de sus características
por costes fijos y costes unitarios variables.
El estudio realizado por medio del e-track® consistió
en un estudio con 304 médicos generales para incluir un total
de 6.000 pacientes en un período de 6 meses de reclutamiento.
La mayoría de los investigadores participaban por primera
vez en un estudio con CRD electrónico, y un porcentaje muy
elevado no contaba con ordenador personal en su domicilio. No obstante,
más del 80% de los investigadores cumplieron con el compromiso
adquirido de reclutar 20 pacientes en el estudio y se consiguió
recoger el 98,4% de la información total de todos los cuadernos.
Por la definición
del sistema, los investigadores establecían dos tipos de
comunicaciones telefónicas: tradicionales de voz (soporte
telefónico personalizado como sistema de ayuda relacionada
con el sistema o con el proyecto en sí), y comunicaciones
de datos (modem) para recibir y transferir la información
entre el ordenador personal y la base de datos central. En ambos
casos se optó por la telefonía móvil con el
fin de facilitar el acceso de todos los investigadores independientemente
de la capacidad de comunicación de sus centros de trabajo.
El número total de comunicaciones establecidas en el proyecto
fue de 4.502, realizando cada investigador una media de 15 llamadas
a lo largo de todo el estudio. La media de tiempo de cada comunicación
por voz fue de 2 minutos, y de medio minuto más (2,5) las
comunicaciones de datos. El coste medio por paciente de telefonía
móvil fue de 218 ptas., y por investigador de 4.360 ptas.
El coste medio por llamada de voz fue de 67 ptas. y de 84 ptas.
el coste medio de la comunicación de datos. Las comunicaciones
de voz se establecieron fundamentalmente entre las 9 de la mañana
y las 3 de la tarde (60%), a diferencia de las comunicaciones de
datos que se establecieron entre las 9 de la mañana y las
3 de la tarde sólo en un 30%, con otro 30% en las 3 horas
comprendidas entre las 5 y las 8 de la tarde.
En la fase de
depuración de información, que se integró cronológicamente
a lo largo de toda la recogida de datos, se emitieron 1.854 queries
en total, con una media de 6,2 queries por investigador y de 0,3
queries por paciente que se resolvieron definitivamente 18 días
después de su emisión (mediana).
Con el fin de
poder comparar la efectividad en la fase de depuración de
datos, se estandarizó cada uno de los estudios tanto por
el número de variables recogidas en total como por el número
de pacientes. Con ambos estudios estandarizados, el CRD electrónico
sale favorecido en la comparación, con un menor número
de queries por paciente (1,5 menos), y un periodo inferior para
su resolución (10 días menos).
Ahora bien,
en la evaluación de ambos métodos de recogida de información,
no debemos olvidar la medida de los costes de ambos métodos.
Una vez más se ha procedido a la estandarización de
costes por el método directo para poder hacer ambos estudios
comparables, diferenciando los costes fijos de los costes variables,
y ajustando por costes individuales en función del número
de variables recogidas y del número de pacientes (tabla 2),
expresando los resultados en pesetas constantes (tras aplicar la
tasa de descuento correspondiente a los distintos años de
realización de los estudios).
Evidentemente,
una de las diferencias fundamentales entre el CRD electrónico
y el tradicional es el desarrollo y la puesta en marcha del sistema,
que se traduce en un coste marginal muy importante para el primer
paciente y que progresivamente va disminuyendo (por amortización
del mismo coste fijo distribuido entre un número mayor de
pacientes). De este modo, se ha establecido un modelo mixto (costes
fijos y costes variables) en función del número de
pacientes reclutados con el fin de determinar a partir de qué
número de pacientes resulta más barata la realización
de un CRD electrónico que un CRD en papel tradicional. Si
consideramos sólo los costes de Biometría (Gestión
de Datos, Estadística y Redacción Científica)
el punto de equilibrio (número de pacientes a partir del
cual es más rentable un CRD electrónico) se encuentra
en 3.761 pacientes; si consideramos todos los costes de la CRO (monitorización
incluida), este número se reduce hasta 2.101 pacientes, y
si consideramos los costes totales del estudio (terceras partes
incluidos los honorarios de los investigadores) a partir de tan
sólo 296 pacientes resulta más rentable aplicar un
sistema de CRD electrónico.
Simplemente
utilizando los datos de esta experiencia, podemos concluir que:
(1)
El CRD electrónico ha resultado ser un sistema amigable para
los investigadores.
(2) El número de queries
se reduce de forma significativa.
(3) El tiempo medio de resolución
de queries es inferior con el CRDe [36%].
(4) Utilizando el CRDe se acelera
el inicio de la resolución de queries.
(5) Un sistema de CRDe permite
el cierre de la base de datos en plazos más reducidos.
(6) El CRDe permite reducir
los costes de un ensayo clínico a partir de tan sólo
296 pacientes.
(7) A mayor número de
pacientes se produce una mayor economía de escalas con el
CRDe.
(8) Los honorarios de los investigadores
dejan de convertirse en un gasto para convertirse en una inversión.
(9) El adelanto en la obtención
de los resultados se convierte en un beneficio económico.
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