El sector continúa demandando profesionales de primer nivel que sean capaces de impulsar la expansión de la compañía, que entiendan y se adapten con facilidad a las peculiaridades de la industria. No hace mucho, la industria farmacéutica afrontó el gran reto de optimizar su estrategia comercial y de marketing, optimizando su fuerza de ventas. Camino que ha marcado la estrategia de contratación y los perfiles profesionales actuales.

Además, la pirámide poblacional sigue invirtiéndose y nos vamos a encontrar con el reto de asumir los costes sociales, económicos y sobretodo sanitarios de este problema. Es la Administración Pública y el sector sanitario en su conjunto, los que deberán tomar decisiones de inversión que animarán a la contratación de más profesionales sanitarios.

En los últimos años se ha pasado de una relación muy cercana entre médico y laboratorio a un modelo de gestión más profesionalizado. Hoy en día existe una estrategia de negocio enfocada en un estudio exhaustivo y una clara segmentación de las necesidades del cliente antes de elaborar un producto. No debemos olvidar que los procesos de I+D hasta la elaboración del producto pueden tardar hasta diez años.

A este entorno se suman regulaciones cada vez más estrictas y la necesidad de una formación continua, que permita a los profesionales llevar a cabo un proceso de investigación, lanzamiento y comercialización del producto extremadamente complejo.

Es así, como la lucha por la competitividad ha impulsado la contratación de profesionales capaces de asumir una responsabilidad transversal, es decir, que sean capaces de realizar una venta más técnica o científica, así como de llevar a cabo estrategias comerciales y de promoción de la salud y prevención de la enfermedad.

Marketer farmacéutico, necesidad de los nuevos tiempos.
El escenario actual de la industria farmacéutica ha cambiado en los últimos años como resultado de profundos cambios estructurales y de gestión. Algunos de estos cambios provienen de la propia realidad de los países o de las reglas de juego que impongan las autoridades de turno. Todo ello ha supuesto también una evolución en el perfil de los profesionales del marketing farmacéutico.

Los requisitos para los profesionales son muy distintos a los que se pedían hace 15 años. Si tuviéramos que definir el perfil más común de estos profesionales, sería el de un licenciado en Ciencias de la Salud, joven –entre los 30 y 45 de años-, con estudios complementarios en marketing y con dominio del inglés. Antiguamente, el conocimiento del idioma era un plus, en cambio hoy es uno de los requisitos mínimos exigidos.

El sector goza de buena salud y de cierta movilidad profesional, debido a la necesidad de contar con profesionales altamente cualificados. No debemos olvidar que estudios o másteres en marketing no valdrán si no se complementan con alguna licenciatura en ciencias. El marketing farmacéutico necesita profesionales que respondan a las necesidades actuales, así como cubrir los puestos que ha causado el propio relevo generacional de la industria, lo que se ha transformado, hoy en día, en uno de los nuevos retos para el sector.

La experiencia es el requisito indispensable para optar a un puesto en una industria altamente "endogámica". Además, el profesional debe ser una persona con una gran capacidad de adaptación a los cambios y una visión muy estratégica de negocio. Será él, el encargado de transformar las distintas barreras de entrada con las que se encuentre un medicamento, en una oportunidad.

Actualmente, los ciclos de vida de un producto son mucho más cortos que hace 10 ó 15 años, existen diversos problemas en la fase de entrada al mercado y períodos mucho más ajustados para recuperar el retorno de una inversión que producen los largos trabajos en I+D, debido a la introducción de los genéricos. Por ello, es fundamental que los responsables de marketing conozcan muy bien el sector y sus regulaciones, cuenten con niveles de formación y todo tipo de habilidades personales. Deben ser capaces de realizar un análisis completo del mercado y desarrollar las acciones estratégicas necesarias, para conseguir la eficacia que demanda un entorno tan competitivo como éste.

Este panorama obliga a las compañías a desarrollar todo tipo de estrategias e incentivos para captar a los mejores profesionales. Entre ellas destacan, altos niveles salariales con sueldos que oscilan entre los 50.000 y 70.000 euros para un cargo medio con 5 años de experiencia. Encontramos bonus por el logro de objetivos, coche de compañía, plan de pensiones, seguro médico, stock options, etc.… son algunas de las herramientas que utilizan las compañías para seducir el talento.

También, la industria tiene el reto de comenzar a aplicar medidas que faciliten la conciliación de la vida familiar y laboral, cada vez más demandada por el profesional y que ayuden a fidelizar al valor más importante de cualquier empresa, el capital humano.

Por nuestra experiencia, hemos podido ser testigos de la evolución del perfil del profesional sanitario, y prestamos una labor de asesoramiento laboral y salarial de los profesionales que confían en nosotros. Es por ello que podemos indicar sin ánimo de equivocarnos, que el sector sanitario sigue siendo uno de los más atractivos a la hora de trabajar y que ofrece magníficas oportunidades de promoción y desarrollo profesional.