Asociaciones embajadoras en seguridad de los pacientes
Según IMS, México es uno de los siete países de las economías emergentes demostrando crecimiento rápido (los países "BRICKMT"). Actualmente, México está en la posición número 11 del Mercado Global de la Industria Farmacéutica, después de Brasil y antes que Corea del Sur y la India. Con un crecimiento promedio estimado de 6-9% de 2007 a 2012. El valor del Mercado Privado es de 10.600 millones de dólares, con un crecimiento de 3,8%, y de 947 millones de unidades, con una evolución negativa del 3,5% respecto del año pasado (MAT Sept. 08).
No hay un sistema universal de salud pública, sino varios, incluyendo el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que cubre las personas empleadas en el sector privado y el Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), ambos cubriendo 45% de la población (45 millones). Agregando Petróleos Mexicanos y las Fuerzas Armadas estos sistemas llegan a un 55%. La población no atendida por estos institutos acude a la Secretaría de Salud y al Seguro Popular. No hay reembolso en este sector sino, que el paciente recibe su medicamento de forma gratuita. El valor de este sector en total es aproximadamente de 2.800 millones de dólares con 1,000 millones de unidades anuales. La adquisición de medicamentos y otros consumibles (insumos) es principalmente por licitación, y el precio es el factor clave en la decisión; es un mercado principalmente de genéricos y hay políticas implícitas para sostener los fabricantes locales. Aunque casi la mitad de la población está dentro del IMSS, la mayoría no lo usan para enfermedades leves, prefiriendo consultar un médico en su consultorio y obteniendo los medicamentos recetados en la farmacia. Se estima que entre el 80 y el 90% del gasto en productos farmacéuticos sale del bolsillo del paciente o consumidor. La cobertura privada por compañías aseguradoras es muy limitada todavía, cubriendo apenas un 5% de la población.
En el sector privado, el Mercado Ético representa el 83% del Mercado Total, con un valor de 8.750 millones de dólares y un crecimiento del 7,8% y 554 millones de unidades (-3%), con un precio promedio de 15,80 dólares. El Mercado OTC reportado es de 1.850 millones de dólares y 395 millones de unidades, con un precio promedio de 4,70 dólares; está creciendo menos que el Mercado Ético, en un 3,6%, y las unidades en un 4% por debajo del año pasado (IMS MAT Sept. 08). Sin embargo, cuando comparamos el mes de septiembre con el mismo mes en 2007, vemos una caída mayor en las ventas, tanto en valores como en unidades. El 48% de este mercado está en manos de 10 compañías, todas multinacionales, y las siguientes 10 tienen un 38% del mercado; sin embargo, son las compañías menores (del ranking 21 en adelante) las que están mostrando el mayor crecimiento. Sanofi Aventis es el líder del mercado, con un 7,2% de cuota de mercado, seguida por Pfizer (6,4%), Schering-Plough (4,6%), Roche (4,5%) y Novartis (4,3%). La primera compañía nacional, Senosiain, está en la posición número 17 (con 2,4%) y la segunda (Liomont) en el lugar número 20.
Las clases terapéuticas de mayor importancia son los analgésicos no narcóticos, los AINES, los Antiulcerantes, los productos contra la obesidad y los antiepilépticos. Está situación refleja la tendencia en México hacia enfermedades del los mercados desarrollados, con las mejoras en el estilo de vida y el mayor crecimiento en la población de personas de la tercera edad. Los medicamentos conocidos en inglés como "lifestyle therapies" (Viagra, Cialis, Xenical, etc) también están creciendo, con los productos para disfunción eréctil, en 7° lugar y creciendo un 13%.
Aunque oficialmente cualquier producto registrado como ético y no OTC requiere una receta médica, hay un alto nivel de automedicación, y es fácil, como sucede en España, conseguir antibióticos, antihipertensivos, etc., sin receta. Además, solamente las recetas para productos controlados se quedan en la farmacia; el paciente retiene su receta para otros productos y no tiene ninguna obligación a dejarlas en la farmacia.
El proceso del registro sanitario es a través la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS). En 1998, esta comisión modificó el Artículo 386 de la Ley General de Salud que determina que sólo existirán dos tipos de medicamentos, los de patente y los genéricos. Para todos los productos orales sólidos, sus fabricantes tienen hasta febrero del 2010 para mostrar que sus productos tienen la misma o mejor bio-equivalencia que los productos originales con la misma molécula. Tales productos se llaman Genéricos Intercambiables (GIs), para distinguirlos de genéricos que aún no tienen bio-equivalencia, que incluyen una gran cantidad de productos venidos en la cadena de farmacias, Farmacias Similares. Esta medida tiene el fin de eliminar una gran cantidad de productos de eficacia dudosa; de 40.000 presentaciones registradas actualmente, se espera que las compañías hubieran presentado las pruebas de bio-disponibilidad adecuadas para unas 10.000 presentaciones por el año 2010. Además, estos registros, y las pruebas, se tienen que renovar cada cinco años. Los laboratorios tienen que llevar a cabo estas pruebas en laboratorios de México, registrados en la COFEPRIS; cada estudio cuesta entre 60.000 y 100.000 dólares, dependiendo del producto. Los registros actuales se están demorando entre 12 y 18 meses para su aprobación.
Otro aspecto importante de las reformas es la abolición gradual del requisito para tener una planta en México. Tema de debate controvertido durante mucho tiempo. El Gobierno finalmente empezó el proceso de modificar el Artículo 168 del Reglamento de Insumos
para la Salud en 2008, para coincidir con el Congreso Mundial de SIDA, liberando inmediatamente los productos contra esta enfermedad del requisito y los demás productos paulatinamente durante dos años. Con esta modificación, las compañías pueden registrar y comercializar sus productos en México de origen extranjero sin planta. Sin embargo, para obtener el registro sanitario, será necesario presentar un certificado de buenas prácticas de fabricación, expedido por la autoridad competente del país de origen. Esta regulación se aplica tanto para los APIs como para productos terminados. Otra ventaja positiva es que México tiene un acuerdo con España que evita la necesidad de una inspección de planta. Por ahora, la estrategia más conveniente para una compañía que desea entrar en el mercado mexicano sin adquirir una planta es con un socio huésped ("host company").
El 77% de los productos de las compañías farmacéuticas se distribuyen a través de los mayoristas y el resto a las instituciones públicas (13%), hospitales privados (6%) y a las cadenas de farmacias directamente (4%). El 95% de los productos que pasan por los mayoristas van a las farmacias. Son tres mayoristas principales, con una cobertura nacional (Grupo Saba, NADRO y Marzam) y varios mayoristas regionales. Los márgenes de los mayoristas varían pero llegan hasta un 18% y los márgenes de las farmacias hasta un 21%; sin embargo, en la farmacia es común encontrar descuentos de hasta un 30% a 40%. Hay tres o cuatro cadenas de farmacias grandes (con más de 500 farmacias cada una) pero ninguna tiene una cobertura nacional total. Las tres principales son Farmacias del Ahorro, Benavides (parte del Grupo Ahumada de Chile) y Farmacias Guadalajara. Farmacias Similares ha crecido enormemente, con más de 3.000 farmacias y tiene una cobertura casi nacional; esta cadena está enfocada al suministro de genéricos similares (no intercambiables) a precios muy bajos y en muchos de sus establecimientos tiene un consultorio médico, ofreciendo consultas a costes muy bajos y realizan hasta análisis clínicos.
Un fenómeno reciente es el crecimiento de la oferta y demanda de genéricos propios de las cadenas grandes, incluyendo las farmacias dentro de los supermercados como WalMart. Estos puntos de venta tienen genéricos fabricados por terceros como Teva, Apotex, Sandoz, Perrigo (Quifa) y fabricantes locales o con sus propios laboratorios y los promueven como "opciones alternativas" con precios más accesibles para el consumidor. A pesar de la iniciativa del gobierno durante casi diez años para estimular el consumo de genéricos intercambiables y reducir el coste de las medicinas, el despegue del consumo de genéricos ha sido lento, salvo lo que se vende en Farmacias Similares, hasta este fenómeno relativamente nuevo de la compra de los genéricos de marca propia en las cadenas y está creciendo, aunque es difícil estimar porque como las cadenas compran directamente del fabricante, IMS no reporta estas ventas; si embargo, se estima que los genéricos representan sólo un 5% o menos del mercado privado y un 20% del mercado público.
Se estima que hay unos 180.000 médicos en México, de los cuales un 30% trabaja en el sector público y un 70% en el privado, aunque hay médicos que trabajan en ambos sectores. Los pacientes que acuden al sector público normalmente tienen un médico en su clínica designado por el servicio. En el sector privado, el paciente normalmente decide a qué médico consulta, ya sea médico general o especialista.
No existe control de precios para los medicamentos en el sector privado en México aunque ha habido "lobbying" en el Congreso para introducir alguna forma de control. Sí hay un acuerdo establecido entre la industria farmacéutica y el gobierno para productos patentados en base de precios internacionales de referencia, para establecer un techo máximo. Los precios en el sector privado son altos (los más altos de la región) y hoy en día el factor principal que determina el nivel de precios aceptables es la posible aceptación del consumidor, dado que ya existen alternativas reales en la forma de genéricos intercambiabIes. No hay reembolso para medicamentos, excepto para las pocas personas que tienen alguna forma de seguro de gastos médicos (menos del 5% de la población). Si el paciente no obtiene su tratamiento de una de las instituciones del sector público, tiene que pagar de su bolsillo. En 2007, fue creada la Comisión Reguladora de Precios para el sector público y en noviembre 2008, esta comisión logró negociar una bajada de precios de productos patentados con varios laboratorios.
Dado que el nivel de automedicación es muy alto, la influencia de la pauta posológica sobre la decisión de compra es muy importante. Los pacientes tienden a mantener su lealtad con medicamentos que facilita su administración (ya sea por posología, forma de administración o duración de tratamiento) aunque ahora el precio es un factor también muy importante. Con la protección de patentes, la tradición de lanzar genéricos de marca, copiando el producto original ya no es tan común y hay muchas compañías nacionales y transnacionales que están buscando oportunidades para comprar, licenciar o simplemente comercializar nuevos productos en México.
En conclusión, el mercado mexicano para productos farmacéuticos se está desacelerando este año, pero sigue siendo uno de los países con mayor oportunidad para crecer en los mercados emergentes. Es un país estable, política y económicamente, con mucha oportunidad para crecer. Los genéricos, indudablemente, van a influenciar el perfil del mercado en el futuro, pero también existen oportunidades para productos innovadores de nuevas moléculas o con ventajas tales como sistemas novedosos de administración ("novel drug delivery systems"). Con las reformas en el sistema regulatorio, por un lado, hay medidas para abrir el mercado a más proveedores internacionales, pero al mismo tiempo, con controles adecuados para asegurar la calidad y proteger el paciente contra riesgos. También en el sector público hay oportunidades, especialmente con iniciativas como el Seguro Popular, pero hay que ejercitar prudencia hasta que las reformas y la situación financiera en este sector se vuelva más clara.