¿Dónde estamos? Detección de necesidades en F.M.C.

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Rafael Tapounet Loinaz. Director General de Profármaco 2

¿Dónde estamos? Detección de necesidades en F.M.C.

14/11/2005
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Estamos lejos de donde estábamos y lejos de donde estaremos.

 

En realidad, estamos en mitad del camino y debemos seguir corriendo para alcanzar la meta. Pero... ¿cuál es la meta?

Hace un tiempo leí, no recuerdo dónde, aquella cita que describe un pasaje de la segunda parte del famoso cuento “Alicia en el país de las maravillas” (Alicia detrás del espejo), en que su autor Lewis Carroll pone en boca de Alicia una interesante observación : Alicia se miraba en el espejo y, aunque estaba corriendo con todas sus fuerzas, contemplaba estupefacta como permanecía en el mismo sitio. La respuesta que recibía era que en un mundo de cambios muy rápidos uno necesita correr mucho para, simplemente, seguir en el mismo sitio. Lewis Carroll murió hace más de cien años, pero su mensaje sigue teniendo hoy la misma vigencia.

Ahora bien, el problema es que no sólo hemos de correr, sino que hemos de hacerlo en la dirección correcta y hacerlo en la dirección correcta significa, sencillamente, ¡innovar!

En efecto, lo que nos ha llevado a donde estamos es, sin duda, la innovación y lo que nos ha de llevar a donde estaremos es, asimismo, la innovación.

Para entender mejor lo que queremos decir hagamos un poco de historia en lo que a formación médica continuada (FMC) se refiere:

Dice el Prof. Segovia de Arana en un interesante artículo sobre FMC, que este tipo de formación es una necesidad tanto más intensa cuanto más acelerados y numerosos son los cambios en los conocimientos y en las técnicas aplicadas al ser humano, tanto en salud como en enfermedad. La FMC es, por tanto, distinta en sus contenidos, en su amplitud y en el tiempo de su realización de una época histórica a otra y de un país a otro.

Es decir, son los cambios que se van produciendo a lo largo del tiempo los que van marcando el camino mediante la respuesta que vamos anteponiendo a cada uno de ellos. A eso se llama innovar.

Por tanto, a nuestro juicio, no existe una meta única predeterminada que alcanzar; incluso es muy probable que estemos siempre en mitad del camino, pero, eso sí, corriendo y en la dirección correcta.

Hay en el artículo del Prof. Segovia de Arana una afirmación que tiene mucho que ver con lo que acabamos de exponer; dice así:

En toda conducta humana hay una tendencia a usar lo que se ha usado anteriormente, hacer lo que hemos hecho y a repetir nuestras propias experiencias. En Medicina, paradójicamente, esto puede resultar peligroso, ya que confiando en la costumbre podemos dejar de incorporar nuevos conocimientos o recientes adquisiciones más valiosas que las que veníamos usando”.

Efectivamente, la Medicina es innovación constante y, por ello, precisamente por ello, la FMC es una obligación, un deber que de no cumplir con él colocaría al médico en una situación de precariedad legal como, por otra parte, señala el Prof. A. Martín Zurro. Tal es la responsabilidad que asume el médico con el enfermo en el ejercicio de su profesión. De aquí que la FMC constituya hoy día una necesidad ineludible, la cual hemos de procurar hacer cada día más eficaz y beneficiosa para el médico y, consecuentemente, para sus enfermos.

Definitivamente, hemos de aceptar que la FMC como concepto se parece hoy bien poco a la de la segunda mitad del siglo pasado; es decir, a la de sus inicios, cuando el objetivo único era la adquisición de conocimientos teóricos con más bien escasa trascendencia práctica y cuando aún no habían aparecido las nuevas tecnologías. Hoy, al mirar hacia entonces, constatamos que, efectivamente, estamos lejos de donde estábamos.

Ahora bien, ¿qué nos espera de cara al futuro a partir de ahora? ..... ¿Hacia donde vamos? Obviamente, deberemos seguir corriendo en la dirección correcta; es decir, ¡innovando! para poder permanecer a un nivel de exigencia equiparable al que los continuos cambios de la FMC nos demandan.

Así, por ejemplo, nos encontramos con que ya no basta con ofrecer FMC sin más, aunque aún hoy, como es sabido, muchas de las actividades que al respecto se realizan no están integradas en la práctica clínica y no responden a las necesidades educativas del médico...

De otra parte, los propios médicos interesados tienden a formarse en aquello que más les gusta y que, lógicamente, son aquellas áreas que más conocen, dejando de lado otras que son necesarias para mantener un adecuado nivel de su competencia profesional.

La consecuencia de todo ello es que cada vez resulta más evidente la obligación de identificar o detectar las necesidades de formación, como paso previo a todo programa o actividad de desarrollo profesional continuo.

A tal efecto, es preciso empezar por definir el target al que la FMC va dirigida y, una vez definido, conocer sus necesidades, para en función de éstas aplicar las medidas adecuadas que permitan atender dichas necesidades, no sólo en lo que se refiere a los conocimientos, sino también, especialmente, a las habilidades, actitudes, etc.

Existe una gran variedad de métodos para ayudar a descubrir los déficits de formación y diferentes técnicas para solucionarlos.

No existe una técnica única que sea definitiva y lo más apropiado es utilizar una combinación de ellas, complementando técnicas objetivas y subjetivas.

Algunos de estos principales métodos de detección los relacionamos a continuación :

1 – PUNs y DENs
Es la técnica que es capaz de identificar necesidades de formación a partir de la relación con el paciente en la consulta.
PUN = Patient Unmed Need( necesidades del paciente no resueltas por el médico )
Tras la consulta el médico identifica y anota sus necesidades de formación no resueltas.
DEN = Doctor Educational Need( necesidades formativas del médico ).

2 – REVISIÓN DE INCIDENTES CRÍTICOS
Es el método mediante el cual se reflexiona sobre las causas y el impacto de incidentes inusuales que se producen en la práctica médica, tanto a nivel individual como colectivo o de grupo. Es una observación meticulosa, con el apoyo de los compañeros, de cómo debería haberse llevado a cabo el evento.

3 – AUTOEVALUACIÓN POR AGENDA
Es un método mediante el cual el médico registra las necesidades de formación que le surgen diariamente, utilizando para ello su agenda personal. Mirando retrospectivamente la agenda se pueden encontrar las lagunas de formación.

4 – REVISIÓN POR PARES
La revisión por pares consiste en la evaluación de los méritos o errores de una persona, realizada por otras que ocupan la misma categoría profesional que el evaluado. Los resultados son más válidos cuando el feedback de los compañeros se realiza de forma anónima.

5 – OBSERVACIÓN POR VÍDEO
La videograbación de la consulta es uno de los métodos más utilizados para evaluar la competencia clínica. Es muy útil para observar las habilidades en la comunicación médico – paciente y es un sistema que, en definitiva, ayuda a identificar las necesidades de aprendizaje.

6 – REVISIÓN DE LA PRÁCTICA
La realización de una encuesta a los pacientes sobre la actuación médica es una buena manera de saber lo que piensan ellos acerca de la práctica de su médico.

Los médicos suelen ser reacios a utilizar esta forma de detección, aunque puede ayudarles a determinar sus necesidades de formación.

7 – GRUPOS FOCALES
Se define un Grupo Focal ( Focus Group ) como una reunión de individuos seleccionados por los investigadores para discutir y elaborar desde la experiencia personal una temática o hecho social que es objeto de investigación.

En este caso, lo que caracteriza a los Grupos Focales es que la participación está dirigida conscientemente a la obtención de unas conclusiones producto del acuerdo entre los participantes.

La detección de necesidades de formación es un aspecto fundamental de la FMC que en los próximos años condicionará sustancialmente la evolución de ésta y que, por consiguiente, requiere una atención especial, tanto en lo que concierne a la realizada por el propio interesado, como a la de los Grupos Focales, en que la gestión “detectora” se lleva a cabo por fuentes externas y por tanto exentas del sesgo que implica la autogestión del problema.

Como vemos, y ciñéndonos tan solo a un primer aspecto de la FMC, como éste de la detección de necesidades, nos encontramos con avances importantes que están transformando ya de manera decisiva esta materia, a la vez que nos proporcionan un claro ejemplo de cuál es el camino que estamos recorriendo en estos momentos. Pero...¿nos atrevemos a pronosticar hasta dónde nos lleva ese camino? ¿Podemos predecir cómo será la FMC del futuro? De momento, sólo podemos afirmar que estamos lejos de donde estaremos.

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