Las competiciones de casos clínicos como acción formativa en el sector sanitario
La Comisión de Formación Continuada Su actividad acreditadora, de todas formas, no la inició hasta 1997. Por esta misma época, diversas sociedades científicas habían introducido sistemas propios de acreditación, mayormente inspirados en los de los “boards” europeos, algunos de los cuales siguen persistiendo en la actualidad. A nivel estatal, el paso decisivo lo constituyó la creación de la Comisión de Formación Continuada del SNS, cuya actividad acreditadora comenzó en 1998. Desarrollando las previsiones del Convenio de Conferencia Sectorial, en los sucesivos años irían creándose las Comisiones de las diferentes Comunidades Autónomas, existentes en la práctica totalidad de ellas en la actualidad (aunque no todas ellas se encuentren operativas). Hoy por hoy, tras la promulgación de la LOPS en 2003, el entramado organizativo a nivel ministerial se halla en fase de reorganización, quedando pendiente de aprobación la composición definitiva de la Comisión y sus funciones en el nuevo marco legislativo instaurado.
El sistema español de acreditación de la FMC (SEAFORMEC) Con esta iniciativa el sistema de acreditación en conjunto ha dado un paso decisivo al equiparar la situación a la de los países con sistemas de acreditación más desarrollados, en los que el mundo profesional médico juega un papel determinante en todo el sistema de FMC. Lo cual tiene su interés a la hora de proceder a la homologación de sistemas y de créditos, que de esta forma se ve facilitada. Ello ha hecho posible la firma del acuerdo de reconocimiento mutuo de créditos entre SEAFORMEC y el sistema de acreditación europeo de la UEMS (EACCME), que permite a los médicos españoles utilizar sus créditos de FMC en el contexto europeo.
Situación actual y perspectivas futuras Hoy por hoy cualquier promotor-organizador de actividades de FMC puede someterlasvoluntariamente a acreditación a la Comisión de Formación Continuada del SNS o a las Comisiones Autonómicas respectivas, por un lado, o a SEAFORMEC, por otro. La decisión es absolutamente discrecional y, en todo caso, debe enfatizarse el hecho de que los créditos obtenidos son perfectamente equivalentes y válidos para todo el territorio nacional. Por lo que se refiere a los sistemas de acreditación propios de algunas sociedades científicas, se enfrentan al reto de la no validez oficial de los créditos otorgados, por lo que deberán tomar alguna decisión en el futuro inmediato, previsiblemente en el contexto de SEAFORMEC. Dichos créditos pueden utilizarse, aunque con limitaciones por ahora, para la carrera profesional y, en el futuro, lo podrán ser para las eventuales iniciativas de revalidación que se pongan en práctica. Adicionalmente, pueden ser utilizados para iniciativas de promoción-reconocimiento profesional que los distintos agentes (sociedades científicas, colegios, administración, empleadores, ...) lleven a cabo. A medida que el sistema de FMC vaya haciéndose más complejo, es de preveer que aparezcan cada vez en mayor número empresas-organizaciones de servicios (las denominadas MECCs –Medical Education & Communication Companies- en EE.UU. de Norteamérica), que faciliten la provisión de la oferta formativa por parte de las organizaciones profesionales médicas, las cuales deberán adoptar un papel más activo aún, si cabe. En este sentido, para clarificar el panorama y homologarlo al de los países más avanzados en este terreno, recientemente se han aprobado sendas normativas de esponsorización comercial por parte de la Comisión de Formación Continuada y de SEAFORMEC, que todos los proveedores-organizadores deben respetar escrupulosamente si desean someter sus actividades formativas a acreditación. Todo hace prever que con las herramientas de que nos hemos dotado en España, podremos hacer frente a las nuevas necesidades, sin necesidad de cambios trascendentales. Puesto que el sistema de acreditación se diseñó con la mirada puesta en la posibilidad de su adecuación en cada momento, lo que se está haciendo en la actualidad es introducir las modificaciones técnico-operativas que lo hagan más ágil y más riguroso, en beneficio de la calidad de la oferta formativa y, en definitiva, del profesional médico y de su actuación asistencial, objetivo último de todo sistema de acreditación de la FMC. Sin embargo, para ello será necesario que todos los actores asuman sus cotas de responsabilidad y entiendan las bondades de tal sistema de acreditación. Básicamente, quienes han de involucrarse más activamente son los propios profesionales médicos y sus organizaciones científico-profesionales, los empleadores y la administración sanitaria. El sistema de acreditación no debe pervertir sus finalidades y ha de mantenerse como un sistema de referencia para todos, del que todos obtengan las ventajas indudables que aporta, no exigiéndole más de lo que puede dar (la mejora de la oferta formativa). Otra cosa supondría la mejor garantía de destrucción del mismo, en un plazo no muy lejano. |
Cuando veo a mi hijo de 7 años regresar a casa con sus deberes, o cuando escucho a los padres de sus amigos hablar sobre los cuadernos Santillana, me transporto a mi propia infancia. Recuerdo las aulas tradicionales con sus pizarras verdes, los pupitres...