Las competiciones de casos clínicos como acción formativa en el sector sanitario
El alumno es el eje de la formación y como tal ha de ser el auténtico protagonista de la película que, durante unos días, se va a rodar. Los espectadores quedaron atrás. No queremos espectadores, ni extras, queremos protagonistas que demuestren lo que son capaces de hacer, de transmitir, de contagiar. Para ello qué mejor que una formación interactiva, dinámica, en la que, igual que sucede en los rodajes más auténticos de Hollywood, uno se sienta partícipe de ese pequeño gran proyecto: la formación previa al desempeño del trabajo como visitador médico.
Empieza el rodaje. Hay nervios en el ambiente, incertidumbre, expectativas más o menos elevadas,....Es el momento en que el formador debe “dirigir” la sesión, potenciando los puntos fuertes y minimizando aquellas debilidades que todo artista puede dejar entrever en sus actuaciones.
Dinámicas de grupo, debates, role-plays, concursos, experiencias, juegos de equipo, .... todo vale, cualquier actividad, por alocada que parezca, vale. Todo aquello que pueda ser de ayuda para hacer que la formación entre por las venas y “enganche”.
¡ Coorten!!!
Esta sesión formativa me ha“enganchado”, la jornada ha sido corta, me voy con buen sabor de boca....¡quiero repetir!!!
Este es el mejor aliento para el formador, cuando, al salir del aula y entre susurros, oye comentarios que son inyecciones de adrenalina para la preparación de nuevas jornadas.
Próximo estreno en cartelera:“Promoción Nuevos Delegados en Visita Médica”.
Cuando veo a mi hijo de 7 años regresar a casa con sus deberes, o cuando escucho a los padres de sus amigos hablar sobre los cuadernos Santillana, me transporto a mi propia infancia. Recuerdo las aulas tradicionales con sus pizarras verdes, los pupitres...