Las competiciones de casos clínicos como acción formativa en el sector sanitario
Este escenario cambiante debería hacernos replantear cual es la misión de la formación interna en la Industria Farmacéutica ya que, sin duda, la labor del visitador médico debe evolucionar, acorde a los nuevos planteamientos del mercado, hacia unos niveles de competencias superiores, tanto en lo que concierne al conocimiento de los productos propios en el ámbito de actuación de cada laboratorio, como a las competencias interpersonales (comunicación, creatividad, aspectos relacionales...).
La formación debe ser la clave para el desarrollo de esas competencias y el catalizador para conseguir la implicación necesaria de las personas dentro de la organización. Por ello uno de los aspectos importantes a la hora de plantearse una acción formativa hacia el colectivo de visitadores médicos debe ser el buscar la mejora de las “actitudes” para provocar precisamente esa complicidad y lograr que se desarrollen tanto en el ámbito profesional como personal dentro de la compañía. Con ello conseguiremos estimular la automotivación personal, motor indispensable en cualquier proceso de cambio.
Para promover este cambio en las actitudes, es necesario desarrollar la parte más emocional de las personas, ayudándoles a entender las emociones propias y ajenas y aprender a manejarlas de forma eficaz, es decir, a desarrollar la “Inteligencia Emocional”. Como es lógico, toda acción formativa, y más a este nivel, debe tener un adecuado seguimiento. Para este cometido puede sernos de gran utilidad el desarrollar un buen programa de “Coaching” implementado desde el mismo departamento de formación o bien con la colaboración de los mandos intermedios de la compañía debidamente preparados. El fin de este acompañamiento y supervisión no es más que el conseguir una adecuada transferencia del aprendizaje, es decir, que se incorporen al día a día del visitador todas las competencias trabajadas y así no queden en saco roto.
Un último factor que desde un departamento de formación debe desarrollarse adecuadamente es la “profesionalización” de los visitadores médicos. No nos podemos limitar a dar una formación inicial a los delegados sino que debemos conseguir que estén en constante formación continuada, manteniendo un nivel alto en el conocimiento de los productos en promoción y de su competencia. El disponer de una buena plataforma de “e-learning” puede ayudarnos en esta misión, con un coste asequible y de una forma didáctica y amena.
Difícilmente conseguiremos que la formación sea un aspecto de automotivación, si no logramos trasmitir a las personas la imperiosa necesidad de que deben evolucionar al mismo ritmo que su entorno, rompiendo la “zona de confort” y adentrándose en la “zona de crecimiento” para evitar que la selección natural de la visita médica acabe extinguiéndolos. Ya lo dijo el naturalista británico Charles Darwin “Sólo los mejor adaptados al medio sobreviven”.
No olvidemos que cualquier situación de cambio es una oportunidad para los que tienen interés en prepararse y consiguen adaptarse a ese cambio. Esa oportunidad bien aprovechada podrá llevarlos al éxito, eso sí, con un gran esfuerzo y sacrificio.
Cuando veo a mi hijo de 7 años regresar a casa con sus deberes, o cuando escucho a los padres de sus amigos hablar sobre los cuadernos Santillana, me transporto a mi propia infancia. Recuerdo las aulas tradicionales con sus pizarras verdes, los pupitres...