La industria farmacéutica y la EMC
Esa relación médico-laboratorio se ha desarrollado a través de diferentes vías de comunicación, siendo la llamada visita médica la más tradicional y la más importante hasta el momento. Sin embargo, en los últimos años, este efectivo método de comunicación está encontrando diferentes cortapisas impuestas por las autoridades sanitarias, tanto estatales como autonómicas, que están llevando a los responsables del marketing farmacéutico a buscar otras alternativas de relación con el médico para promocionar sus productos.

Ante esta situación, la educación médica continuada (EMC) se está convirtiendo en un trascendente vehículo de contacto entre la industria farmacéutica y el médico. A diferencia de antaño, cuando los cursos formativos que la industria farmacéutica organizaba podían ser la disculpa para otras actividades, actualmente la EMC científica, útil y acreditada por los organismos oficiales correspondientes, despierta el interés y el agradecimiento de los médicos, no sólo por la actualización profesional que representa, sino también por el impulso que los créditos proporcionan a su carrera profesional.

Por lo tanto, si el marketing tiene como objetivo satisfacer necesidades, y la EMC es una de las principales necesidades del médico, es evidente que la cobertura de esa primordial carencia posiciona a la EMC como herramienta imprescindible del marketing farmacéutico actual.

Ahora bien, en mi opinión, para que esta herramienta sea realmente útil deberá ser objetiva e independiente y, por tanto, carecer de sesgo comercial.

Evolución de la EMC
Tradicionalmente el médico siempre se ha caracterizado por mantener un constante interés y preocupación por su desarrollo profesional; y en este sentido, el propio colectivo médico ha contribuido de forma importante a la divulgación del término educación médica continuada.
Podríamos definir la EMC como el conjunto de actividades que permiten incrementar, perfeccionar y actualizar los conocimientos y habilidades clínicas del médico, en aras de una mayor competencia profesional.

El aprendizaje del médico no finaliza tras los años de licenciatura y de especialización sino que, a partir de ese momento, se encuentra con la necesidad de continuar estudiando para poder mantener actualizados los conocimientos adquiridos en el pasado y así mismo, aprender otras habilidades clínicas y de comunicación con el paciente que el mundo moderno le exige.

Además de ello, el médico tropieza con la problemática que representa tener que compaginar adecuadamente su principal misión en la sociedad, su trabajo médico diario, con esa formación continuada sin la cual hoy día es imposible realizar un labor asistencial de calidad.

Durante muchos años, la única exigencia de formación continuada ha sido la que el propio médico se autoimponía para mantenerse actualizado y poder atender mejor a sus pacientes. Sin embargo, en los últimos años la necesidad viene marcada por los nuevos sistemas y patrones que se están creando en las distintas Comunidades Autónomas, que exigen acreditar formación continuada para avanzar en la carrera profesional.

A la vista de la experiencia de otros países de nuestro entorno, en un futuro cercano la educación médica continuada se convertirá en algo totalmente ineludible para que el médico pueda continuar ejerciendo su profesión. Me refiero a la recertificación, un término genérico que puede equipararse a revalidación y que, por más impopular que resulte, no cabe ninguna duda de que tarde o temprano llegará a nuestro país; y el médico deberá asumirlo y prepararse para afrontar la introducción de requerimientos exigibles para mantener su estatus profesional y la licencia de ejercicio.

Formación presencial versus formación a distancia
La EMC se puede clasificar en EMC presencial y EMC a distancia; y esta última, a su vez, en impresa y on line. En la última década, la EMC on line ha tenido un mayor desarrollo debido a que Internet ofrece un medio adecuado para poner a disposición del médico sistemas de aprendizaje de acceso fácil y que suponen un buen soporte para muchas actividades de EMC.

Sin embargo, este tipo de formación muestra una serie de carencias de relación importantes y que, en muchos casos, no permiten que el médico alcance el grado de satisfacción profesional y personal que debiera esperarse de una acción tan primordial para el desarrollo de su labor asistencial.
Uno de los grandes inconvenientes de esta metodología es la pérdida de contacto físico entre los alumnos, y entre los alumnos y el formador, con lo que la realización de este tipo de cursos requiere una mayor dosis de autodisciplina, fuerza de voluntad y esfuerzo personal. Además, aunque en teoría estos cursos deberían ocupar menos tiempo, al final terminan siendo más largos que los presenciales.

Por todo ello, el médico, si bien reconoce a Internet como un vehículo complementario adecuado para implementar recursos adicionales, en su mayoría prefiere la EMC presencial como modelo base del aprendizaje que debe realizar.

Las tendencias futuras de EMC apuntan a una formación de metodología mixta, en la que el modelo presencial ocuparía el lugar central, y la educación a distancia se encargaría de todo lo complementario y adicional.

Acreditación e independencia de la EMC
Uno de los aspectos que más preocupa a los responsables del Sistema Español de Acreditación de la Formación Médica Continuada (SEAFORMEC) es poder asegurar la independencia de los contenidos y de los ponentes seleccionados para desarrollar las actividades de formación.

La importancia de este aspecto para SEAFORMEC ha quedado demostrada por la reciente aprobación, por parte de la Comisión de Gobierno de dicha entidad, de una nueva normativa sobre el patrocinio comercial de la EMC que quiera obtener su sello de acreditación.

En ella se establece que el organizador de la actividad formativa deberá responsabilizarse de garantizar la independencia, tanto del contenido de los programas como de los ponentes que lo impartan. Esta decisión es, sin lugar a dudas, un paso importante para mejorar nuestra EMC y para acercar el sistema de acreditación de SEAFORMEC a sistemas internacionales como el de la Unión Europea de Médicos Especialistas (UEMS) y el de la Asociación Médica Americana (AMA), con los cuales ya existen contactos encaminados al intercambio y reconocimiento mutuo de los créditos obtenidos en actividades de educación médica continuada, lo que es consistente con la tendencia a la globalización propia de la sociedad actual.