¿Dónde está la clave del uso del RWD y el RWE? En la formación de tus equipos
Muchos profesionales asistenciales también ocupan posiciones de liderazgo con gran impacto tanto en la gestión clínica como en la gestión y desarrollo de personas, tanto en el sector privado como en el sector público. El compromiso en desarrollar programas de formación que refuercen estas competencias es crucial para convertir a enfermeros y enfermeras en líderes empoderados. Sin duda, una inversión que trasciende en la motivación y en el estado de bienestar, así como en los indicadores de eficiencia individual en especial, y también como grupo altamente efectivo.
En Fresenius Medical Care, creemos que el compromiso sobre el desarrollo de la persona empleada impulsa el compromiso del paciente. Nuestra reciente experiencia en un programa de Liderazgo para Responsables Operativos de Enfermería (F4R, Fit for the Role) así nos lo ha demostrado.
El programa F4R arrancó en plena pandemia y, aunque tanto los que lideraron el proyecto desde el departamento de Talento global y local como los propios participantes tuvimos muchas dudas sobre si era el momento adecuado, nos embarcamos en ello y nos lanzamos al vacío. Teníamos bastante incertidumbre en garantizar cómo una formación tan exigente y novedosa, en contenido y en modo virtual, podría salir adelante cuando el agotamiento emocional cada vez estaba más presente. El esfuerzo fue tremendo, pero sin duda contribuyó dando herramientas y ciertos momentos de desconexión cuando nuestras enfermeras y enfermeros más lo necesitaron. Para recursos humanos, fue una forma de mantenernos conectados con los equipos y tomar el pulso de emociones y necesidades en un momento crítico. Contábamos con algo muy valioso, que está por encima del tiempo y los recursos: el compromiso por el desarrollo y el afán de superación que nos sirvió de brújula en los peores momentos.
Todos los que se dedican y conocen la formación en habilidades han experimentado que un programa basado en desarrollar competencias nunca es idéntico, principalmente porque las personas que lo desarrollan son diferentes y porque las circunstancias y el entorno tampoco son iguales. Sin embargo, siempre conseguimos: oportunidad de compartir y aprender del otro, conexión y relaciones efectivas en la búsqueda de soluciones, aliento cuando la situación se complica, confianza en uno mismo, optimismo y superación.
Espero que nuestra experiencia os anime a incrementar el compromiso por la formación de nuestros líderes, asistenciales, cuidarles es sumar en el cuidado al Paciente. Tomemos conciencia en el poder que tienen en la gestión del cambio. Aprovechemos las oportunidades que tengamos de seguir desarrollando liderazgo en un momento en el que el Mercado nos reta tanto en la Adquisición y Retención del Talento en el entorno hospitalario y clínico como en mantener equipos eficientes y emocionalmente fuertes.