Durante esta pandemia hemos sido testigos de cómo el virus SARS-CoV-2 ha cambiado y transformado el mundo que nos rodea, generando consecuencias de gran impacto para nuestra sociedad. En la lucha por hacer frente a esta pandemia y afrontar esta nueva realidad, también nos hemos dado cuenta de que esta enfermedad se ha convertido en el motor de cambio que ha acelerado la tan esperada transformación digital, principalmente en el ámbito de la salud, como ya hemos mencionado en anteriores ocasiones, donde existe cada vez más voluntad de cambio a nivel organizativo y asistencial de mano de la tecnología.

Ahora que ya sabemos cuáles son los beneficios de la digitalización en este sector, y cómo han ayudado y están ayudando estas herramientas a reducir la carga asistencial, ¿existe una mayor predisposición de médicos y pacientes a adoptar estas medidas en la práctica clínica?

La respuesta es sí. La comunidad médica se está inclinando cada vez más a usar herramientas tecnológicas para aliviar la carga asistencial causada por el COVID-19 y favorecer el seguimiento de pacientes sin peligro al contagio, como se ha visto en multitud de reuniones médicas que se han organizado, como los webinars sobre la asistencia Post-COVID de la Fundación ECO y la Sociedad Española de Cardiología.

Además de esto, la situación asistencial durante la pandemia traerá consigo un aumento en el número de consultas de otro tipo de patologías crónicas que en este tiempo no han podido tratarse como habitualmente, y que han provocado un impacto directo en este tipo de pacientes y en aquellos que aún no han sido diagnosticados. Por ejemplo, se estima que el diagnóstico de todo tipo de cáncer ha bajado un 30% durante la pandemia, según los datos ofrecidos en el webinar “¿Cómo será la vuelta a la normalidad?” organizado por la Fundación ECO. Todo ello está ya generando que los profesionales médicos opten también por el uso de las tecnologías para hacer frente a esta sobrecarga asistencial, facilitando el seguimiento de estas enfermedades de manera gradual y generando un equilibrio a largo plazo entre las consultas presenciales y el uso de las plataformas digitales. El objetivo que se persigue es que la tecnología haya llegado para quedarse, aprovechando su potencial en salud.

Los pacientes, por su parte, también están mostrando una mayor aceptación al uso de este tipo de tecnologías en el ámbito sanitario, principalmente impulsados por la situación ocasionada por el Covid-19. Esta afirmación se hace patente en estudios como el de Cigna “COVID-19 Global Impact” publicado en junio de este año, donde se muestra que más de la mitad de los españoles (57%) optarían por acceder a consultas médicas online, si tuviesen la oportunidad, suponiendo un incremento de 9 puntos con respecto a enero de este mismo año (48%). Este estudio ha concluido, además, que esa predisposición será incluso mayor en el futuro con un 65% de españoles que apostará por usar la atención médica a distancia.

En Persei vivarium, siendo muy conscientes de que las plataformas digitales están actualmente ofreciendo una oportunidad en la mejora de la asistencia sanitaria a los pacientes, estamos trabajando para seguir adaptando nuestra tecnología a estas nuevas necesidades que están surgiendo de manera rápida y eficaz. Nuestro objetivo sigue y seguirá siendo ofrecer nuestras plataformas para ayudar a mejorar el abordaje de las patologías, aliviando la carga asistencial de los profesionales sanitarios y favoreciendo la investigación, a la vez que facilitamos a los pacientes la mejora de la gestión de su enfermedad a través de las herramientas adecuadas.