Innovación y gestión eficaz en comunicación en salud: un enfoque en digitalización y sostenibilidad
¿Por qué la consulta bibliográfica en medicina es cada día más complicada?
Pero al final hay que hacerla… El sector editorial científico está sobredimensionado, cada año se llegan a publicar entre 20.000-30.000 revistas médicas. Sin ir más lejos, el Journal Citation Reports recoge más de 200 publicaciones internacionales para una sola especialidad médica (aparte de muchas nacionales que están fuera de ése índice); además, en el caso de ciertas enfermedades todo se complica, pues su fisiopatología involucra a varias especialidades clínicas. Tal profusión no resulta nada práctica, aparte de que favorece una “burocratización” en la investigación. De todos modos, la realidad editorial está así y hay que contar con ello. Por eso se han creado los gestores bibliográficos, que tratan de ayudar al médico clasificando y jerarquizando toda esa superabundancia de información, de manera que se aproxime lo más posible a su interés profesional. Claro, el problema que se plantea entonces es que no todos los médicos comparten los mismos intereses clínicos o científicos.
¿Y cómo se puede dar solución a ese problema? Hemos tratado de orientar todo el proceso desde el punto de vista de una patología (o área terapéutica, en su caso), a diferencia de otros gestores, que se centra más en la publicación. De hecho, si te fijas únicamente en la publicación puedes aplicar sólo 2 criterios de clasificación: la fecha de edición y la importancia relativa de cada publicación frente al resto. Son dos criterios importantes, pero no únicos. Un gestor bibliográfico que sólo se base en estos dos principios suele ser muy pobre. Por el contrario, si se piensa en una determinada enfermedad, los criterios de clasificación que se pueden aplicar son mucho más variados, así la actualización bibliográfica puede hacerse más completa y entretenida.
Entonces, ¿un gestor hace lo mismo que una base de datos bibliográfica? Un buen actualizador bibliográfico debe ser competente tanto en la indexación como en la jerarquización, para lo cual debe observar, como mínimo, estas cuatro cualidades: asegurar la máxima cobertura documental, renovar los contenidos frecuentemente, no sesgar los contenidos de acuerdo a criterios que no sean estrictamente científicos y ser específico en los contenidos. Prescindir de cualquiera de estas características resta bastante eficacia a la herramienta.
Antes aludía a Internet, como un elemento vital en este campo Para la biblioteconomía ha supuesto un avance increíble. Nosotros nos aprovechamos de ello para ofrecer al potencial usuario de nuestro gestor una garantía imprescindible: la integridad; es decir, que puede estar seguro de que hacemos una actualización bibliográfica sobre la totalidad de artículos que se publican en una determinada materia. Esta garantía debe complementarse con otra, que también resulta muy importante: ofrecer la información únicamente en función de su valor científico, sin atender a intereses comerciales o de otro tipo. Hay que poner cuidado en esto, ser lo más “blanco” posible en la ponderación científica para asegurar la credibilidad del producto.
¿Y los gestores bibliográficos no entran en conflicto con los llamados “Journal Clubs”? El problema con los “Journal Clubs” es su falta de versatilidad respecto a la nueva información publicada, pues como comentaba antes, el interés profesional que cada médico tiene a la hora de revisar la literatura puede variar en función de muchas circunstancias: la presentación de un caso, la preparación de una conferencia, etc. Además, el exhaustivo trabajo que debe hacerse en la revisión de la literatura cuando se pretende extraer conocimiento MBE lentifica el trabajo de los “Journal Clubs”.
Con todo, captar la atención del médico en este campo no debe de ser fácil. Sacar la cabeza en ése maremágnum no es fácil. Lo primero que se debe tener claro es qué es lo que buscas con tu proyecto. Yo suelo desconfiar de las soluciones bibliográficas que prometen “hacerlo todo”, porque para hacerlo todo bien hay que dedicar una cantidad ingente de recursos. Luego, a partir de este punto, hay que tratar de cuidar todos los aspectos, desde el proceso de documentación hasta la aplicación informática.
¿Cómo ofrecen su servicio de actualización bibliográfica? Además, también ofrecemos otros servicios bibliográficos a demanda, que cubren necesidades específicas en un determinado momento: apoyo bibliográfico para la red comercial, para cubrir un evento científico, lanzamientos de productos, nuevas indicaciones, etc. |